Gabriel García
Ciudad de México. Autoridades de salud, investigadores y representantes de la industria farmacéutica acordaron reforzar las acciones de combate contra la venta ilegal de medicamentos apócrifos y caducos.
En el marco del "III Foro Internacional de Combate al Comercio Ilegal de Productos para la Salud", el Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Mikel Arriola, dijo que el aseguramiento de fármacos ilegales aumentó 5,140 % en los dos últimos años al pasar de 2.5 toneladas en 2010 a 131 toneladas a la fecha.
Pero no todo son buenos resultados, el comisionado reconoció que la venta ilegal de medicamentos es un problema de salud pública, y planteó que la solución de fondo a este comercio ilegal está en ampliar la oferta de fármacos y el acceso de los mexicanos al mercado formal para desincentivar la demanda en los canales informales, así como en concientizar al consumidor sobre los riesgos que conlleva para su salud adquirir medicamentos en el mercado informal.
El robo de medicamentos asciende a 2 mil millones de pesos (2011). Es uno de los principales problemas que han detectado las autoridades y eso se debe a que los canales de distribución de medicamentos no son seguros y esto ocasiona que el robo al transportista se incremente.
Las autoridades han detectado que los fármacos robados o falsificados son vendidos en el mercado informal en Nuevo León, Jalisco, Distrito Federal, Veracruz, entre otros estados.
Por su parte, Sandra Sánchez y Oldenhage, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), comentó que el mercado ilegal de medicamentos es un fenómeno multifactorial, e hizo un llamado a la participación de diversos actores sociales, entre ellos, los pacientes y consumidores, quienes forman parte medular del sistema de suministro de productos farmacéuticos.
Agregó que es necesario educar, prevenir y proteger a los consumidores, es decir, que conozcan los riesgos que implica para la salud pública la adquisición de medicamentos provenientes del mercado ilegal. “Por ello resulta fundamental llevar a cabo una campaña nacional con la participación de los actores involucrados en el combate al mercado ilegal de medicamentos”.
En este tenor, Rafael Narváez-Nieves, Subdirector Regional de la Oficina de la FDA en México, resaltó que es importante comunicar y educar al consumidor sobre los efectos adverso que puede ocasionar un medicamento ilegal. Resaltó que se debe de crear más normas que permitan una distribución segura de los medicamentos y darle un grado de responsabilidad a las empresas que dan este servicio.
Asimismo, dijo que se debe documentar cada venta o transacción de los productos, para después rastrearlo y/o autentificarlo.
En su momento, el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, resaltó la importancia de la cooperación internacional a fin de frenar el avance y disminuir el impacto que causa en la salud pública este fenómeno, que hoy en día se expande también a través de Internet.
De acuerdo con datos de la OMS, las medicinas más falsificadas son los antibióticos, hormonas, analgésicos, esteroides, antihistamínicos, cardiovasculares y de disfunción eréctil, entre otros.
Medidas de control
Al participar en la mesa “Revisión de las acciones realizadas contra el mercado ilegal de insumos para la salud”, Mikel Arriola Peñalosa resaltó las medidas de control, instrumentos de penalización y la obligatoriedad del cumplimiento del marco legal que garantizan salvaguardar a la sociedad en términos de salud pública.
Destacó que como parte de la estrategia gubernamental contra este problema también se han retirado del mercado casi 1.2 millones de unidades de productos “milagro”, lo que significa un incremento de 2,793% en relación con 2010.
Explicó que hay un mejor control publicitario, ya que se eliminó totalmente la publicidad de 60 productos riesgosos para la salud que llegaron a pautar casi 4,000 anuncios por mes y prometían “curar” graves enfermedades sin tener la evidencia científica.
En el foro, organizado por la AMIIF y la Embajada de Estados Unidos en México, se enfatizó la importancia de impulsar la aplicación de buenas prácticas, así como una vigilancia coordinada en la que se involucre a la industria, autoridades gubernamentales y sociedad civil, ya que solamente a través de unificar esfuerzos es como se logrará tener un impacto efectivo y sostenible en la erradicación de esta problemática.
Sandra Sánchez y Oldenhage puntualizó que estas actividades sin duda son el primer paso en el camino hacia prevenir y fortalecer el sistema de salud. “Buscamos que la sociedad se vuelva aliada en este combate al mercado de medicamentos ilegales”.
En México, acciones ilícitas como venta de medicinas de caducidad vencida, oferta de fármacos robados, comercialización ilegal de muestras médicas y la falsificación de medicamentos (la cual representa únicamente el 1.8%), no solamente representan un riesgo para instituciones de salud, la industria farmacéutica y distribuidores autorizados, sino que de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantean un problema de salud pública, debido a que su contenido puede ser peligroso o puede haber una ausencia de principios activos, teniendo como consecuencias de su uso el fracaso terapéutico, el aumento de la farmacorresistencia.