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Evalúan el efecto tranquilizante de las plantas de cempasúchil y pericón

Ene 05, 2018

Ciudad de México. Tanto el cempasúchil (Tagetes erecta L.) como el pericón (Tagetes lucida Cav.) forman parte de las plantas de la familia Asteraceae que se distribuyen en México y Guatemala. Además de su uso ornamental ligado culturalmente a la celebración del Día de Muertos, se utiliza para reducir los síntomas de los llamados “nervios”, el “susto” y pérdida de sueño asociados a los trastornos de ansiedad. 

Pese a ser plantas utilizadas como remedios en la medicina tradicional y alternativos a los fármacos alópatas en infusiones o en tinturas, éstas carecían de pruebas preclínicas que dieran evidencia científica de su eficacia y seguridad. 

La ansiedad es considerada uno de los principales trastornos mentales en México, afecta al sistema nervioso central —el cual comprende: cerebro, cerebelo, tallo encefálico y médula espinal—. Suele presentarse con mayor frecuencia en la vida adulta y más en las mujeres que en los hombres, se estima que 14.3% de los mexicanos de 18 a 65 años la padece y los síntomas que la caracterizan son preocupación excesiva (por más de seis meses), aprensión, tensión, dificultad para concentrarse, molestia abdominal, y sus efectos se pueden somatizar en otras partes del cuerpo. 

Ambas Tagetes son parte de un listado de 50 especies vegetales empleadas en la medicina tradicional del estado de Morelos que fueron obtenidas durante un estudio etnobotánico. “Se sabe que son utilizadas por los curanderos para tratar los ‘nervios’, el ‘susto’, el ‘empacho’ y dolor de estómago, pero además como colorante, antibacteriano, para eliminar mosquitos, incluso para rituales”, indicó María Eva González Trujano, responsable del estudio. 

Luego de seleccionar al cempasúchil y el pericón, estas plantas se prepararon como extractos acuosos y orgánicos y se evaluaron en modelos experimentales en ratones para corroborar su actividad como ansiolíticas asociadas a una posible acción inhibidora de tipo GABAérgica y serotoninérgica —sistemas de neurotransmisión de las neuronas ubicadas en distintas partes del cerebro—. 

Para los extractos de cempasúchil se usaron los pétalos de las flores y para el pericón toda la parte aérea; cada planta se utilizó por separado y se corroboró el efecto como ansiolítico y sedante-hipnótico, también se evaluó la potenciación de los efectos del sedante y anestésico pentobarbital sódico que actúa en el sistema inhibidor GABAérgico, produciendo un efecto tranquilizante. 

La investigadora del Laboratorio de Neurofarmacología en Productos Naturales del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente" explicó que se utilizaron grupos de hasta ocho animales que fueron colocados en espacios abiertos o cerrados para que hicieran exploraciones que involucraban cuadros, orificios o escalar por los brazos de una cruz elevada. 

“Estos animales al ser por naturaleza inquietos tratan de buscar espacios cerrados o escapar del aislamiento, entre más ansiosos, más exploran o se esconden en áreas oscuras y cerradas. Después de 60 minutos de haberles administrado los extractos, fueron colocados en los diferentes modelos para observar su exploración. La disminución en su actividad se interpretó como resultado del efecto sedante”.

En la investigación, realizada en conjunto con Gimena Pérez Ortega y Arturo Argueta Villamar, ambos del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, se encontró que “en el caso del pericón existe la participación de compuestos de tipo cumarínico como responsables de los efectos tranquilizantes, mientras que en el cempasúchil compuestos de tipo flavonoide son los posibles involucrados”, dijo la integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.

El uso de estas plantas puede ser efectivos como terapias alternativas considerando que los medicamentos como el diazepam o el clonazepam —compuestos activos de tipo benzodiacepina—, entre otros de tipo serotoninérgico, podrían ser de mayor costo, además de tener un mayor riesgo a la salud por sus efectos adversos, como generar dependencia a largo plazo.

La ansiedad es un padecimiento crónico que requiere el uso de medicamentos incluso de por vida, así que tanto el pericón como el cempasúchil podrían ser una terapia económica, aunque estas especies solo están disponibles en septiembre y noviembre, respectivamente, pero se pueden secar y guardar para su uso durante todo el año.

La doctora en farmacología por el Cinvestav indicó que se pueden emplear los pétalos de la flor, frescos o secos, la diferencia es que cuando están secos se podrían perder algunos aceites esenciales. Las dosis recomendadas son: en tinturas 20 gotas en un vaso con agua cada cuatro horas y como infusión una taza por las mañanas y otra por la noche durante siete días.

González Trujano comentó que estos estudios son la parte preclínica y harían falta los estudios clínicos para pensar en desarrollar en el futuro un fármaco. Añadió que estas plantas deben usarse con cautela al combinarlas con terapias depresoras del sistema nervioso central, como barbitúricos, para evitar la incidencia de posibles efectos adversos potenciados, así como evitar usar otras plantas medicinales al mismo tiempo, ya que pueden contrarrestar los efectos. Cabe mencionar que en el caso de cempasúchil no se recomienda su uso para personas que padecen hipertensión.

Redacción MD