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Aprender un segundo idioma en la edad adulta mejora la salud neurológica 

Jul 04, 2017

Ciudad de México. El manejo del inglés se ha convertido en una herramienta indispensable para acceder a mejores oportunidades laborales y educativas, disfrutar de eventos culturales o viajar. Desafortunadamente, un gran número de adultos que no lo aprendieron a una edad temprana no se aventura a tomar clases para mejorar su nivel, ya que considera su edad un obstáculo insuperable para su aprendizaje. 

Sin embargo, varios estudios lingüísticos y neurológicos realizados en los últimos años revelan que esta creencia es falsa y que, en condiciones adecuadas, los adultos pueden tener la misma capacidad que los niños para aprender una segunda lengua. 

Investigaciones llevadas a cabo por instituciones como Harvard, la Universidad de Haifa en Israel o la University College en Londres han detectado que las diferencias en el aprendizaje entre niños y adultos se deben en gran medida a que los primeros están más abiertos que los adultos a corregir sus errores y son menos proclives a sentirse avergonzados o expuestos. 

Si bien durante mucho tiempo la neurociencia moderna creyó que la degeneración gradual del cerebro adulto era irreparable, estudios recientes muestran que el cerebro es en realidad una estructura altamente dinámica, que cambia en respuesta a nuevas experiencias y se regenera incluso después de sufrir lesiones, un fenómeno conocido como “neuroplasticidad”. Estos hallazgos sugieren que nunca se es demasiado mayor para aprender algo nuevo y que, si bien algunos aspectos del aprendizaje de idiomas se vuelven progresivamente más difíciles con la edad, otros se tornan más sencillos. Por ejemplo, la gente de mayor edad tiene un vocabulario más amplio que la gente muy joven, por lo que es mucho más fácil para ellos aprender nuevas palabras, las cuales pueden asociar a su bagaje cultural. 

Por otra parte, los beneficios de esta actividad podrían ser superiores de lo esperado, incluyendo una mejor salud neurológica. Al envejecer, la mayoría de las personas experimenta un descenso en las funciones cerebrales, como la atención y la memoria, y en algunos casos este proceso conlleva el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer o la demencia. Varios estudios sugieren que aprender un idioma extranjero puede retrasar o incluso prevenir este declive cognitivo, pues mejora lo que los neurocientíficos llaman la “función ejecutiva”, una serie de procesos mentales que nos permite adaptar nuestros pensamientos y comportamientos a la tarea a la que nos enfrentamos. 

Como podemos observar, el beneficio es aún mayor si la lengua se aprende a una edad adulta ya que, si bien los niños bilingües usan las mismas regiones del cerebro al hablar cualquier idioma, el proceso de aprender un segundo idioma a una edad tardía involucra diferentes regiones a las utilizadas para hablar la lengua materna. Al igual que aprender a tocar un instrumento o hacer meditación, el dominar un nuevo idioma es una excelente manera de “ejercitar” nuestro cerebro y mantenerlo saludable a lo largo de nuestra vida. 

Es evidente que aprender un nuevo idioma como el inglés a una edad adulta nos enfrenta a diversos retos de aprendizaje como a cuestiones de inversión en tiempo y dinero. Sin embargo, los beneficios que se obtienen son invaluables, tanto en la mejora de nuestras oportunidades laborales como en la posibilidad de viajar, estudiar o incluso vivir en el extranjero.

Keri Craig, experta en la enseñanza de idiomas y Directora del Teaching Centre del British Council en México, comparte los siguientes tips para derribar las barreras que impiden aprender una segunda lengua:

·  Tiempo: Si bien las largas jornadas laborales y la vida social y familiar pueden dificultar el contar con tiempo para aprender un idioma, existen diversas opciones como los cursos online con horarios las 24 horas, aplicaciones sencillas de utilizar o maneras autodidactas de practicar el idioma como leer, ver películas o escuchar música en inglés.

·  Perder el miedo: es importante dejar de lado las inseguridades y aventurarse a hablar el idioma, sin miedo a cometer errores. Mientras más practique una persona más cómoda se sentirá. Los “role plays” o la simulación de situaciones reales, son clave para lograr superar esos miedos que impiden avanzar.

·  Mantener la motivación: para obtener resultados reales, es necesario ser constante y convencerse de que se puede lograr. ¡Deja atrás las excusas! El contar con un profesor que motive y cuente con una buena metodología es un elemento clave y un gran apoyo en el proceso de aprendizaje. Él puede ayudar a enfrentar obstáculos como la frustración y alcanzar el máximo potencial del alumno.

De acuerdo con Craig, “una experiencia de aprendizaje holística y multicultural facilita la adquisición del idioma, lo que el British Council ha logrado gracias a una metodología desarrollada a lo largo de más de 75 años de experiencia y el alto nivel de preparación de sus maestros”.

Recuerda que nunca es demasiado tarde para lograr tus objetivos de desarrollo personal y profesional, y que una segunda lengua puede abrirte grandes oportunidades. Abre tu mente y “make it happen!”

Redacción MD