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Menores que muestran desinterés por el juego pueden padecer depresión

Ene 22, 2018

Ciudad de México. Cuando un menor presenta manifestaciones que afectan su vida cotidiana y pierde el interés en las actividades que antes disfrutaba, puede padecer depresión, aseveró el jefe del departamento de Psiquiatría y Medicina del Adolescente del Hospital Infantil de México Federico Gómez, Jesús María del Bosque Garza.

Se trata de un padecimiento que tiene baja incidencia, pero incrementa mientras el niño se desarrolla. Tan solo en infantes entre cero y tres años, es de 0.3 por ciento, en preescolares de tres a seis años es de tres por ciento, en escolares de 6 a 12 años es de seis por ciento y en adolescentes mayores a 12 años incrementa hasta 10 por ciento, informó el especialista.

La depresión infantil es multifactorial debido a que influyen componentes ambientales, externos, biológicos y genéticos, además de que la sintomatología más frecuente es irritabilidad, apatía, problemas con la alimentación y el sueño, culpabilidad y falta de interés por el juego.

Una de las barreras a las que se enfrentan los especialistas en atención psiquiátrica infantil es al estigma social en México, por esta causa la población no busca atención con profesionales, por lo que no reciben tratamiento oportuno y se originan consecuencias graves como: abuso de sustancias tóxicas, deserción escolar y suicidio.

Para prevenir este padecimiento, dijo, es fundamental el cariño de la familia durante los primeros tres años de vida, ya que durante este tiempo se forman vínculos importantes, se desarrolla seguridad y autoestima. Es por ello que la separación de los padres puede afectar de manera considerable los sentimientos y emociones del niño, y presentar tendencia hacia la inseguridad.

Respecto al tratamiento, informó que la unión familiar es fundamental para atender el problema, tanto para detectarlo, como para darle seguimiento. Toda la familia debe participar por el bien del menor, ya que este problema de salud mental sino se atiende efectivamente puede desatar ansiedad, alcoholismo y farmacodependencia, entre otros.

Finalmente recomendó a todas las personas que identifiquen que sus hijos pueden tener un problema, buscar ayuda adecuada y oportuna en instituciones públicas o privadas, donde especialistas en el ramo pueden brindar una opinión y ayudar al menor.

Redacción MD