La especialista explicó que contrariamente a lo que se piensa, el bullying no es uno de los motivos principales de consulta psicológica infantil. Los más frecuentes son el bajo rendimiento escolar, mala conducta o depresión por padres divorciados, no obstante, el bullying está presente como motivo secundario o terciario en la mayor de los casos. "Lo que sí sabemos es que es una cadena que se trasmite de padre o madre a hijos. Los adultos que padecen ahora acoso laboral, casi por regla, sufrieron bullying y lo que es peor, se verá reflejado en sus hijos. De no solucionar el problema, los niños en su adolescencia y vida adulta, podrían experimentar escenarios de mobbing. Lo mismo sucede en sus relaciones sociales e incluso familiares", dijo.
CEEPI vislumbra al bullying como un problema que puede resolverse y da a conocer las siguientes recomendaciones:
No basta con cambiar a los niños de escuela, el problema los perseguirá y puede repetirse en otros entornos escolares.
Lo más probable es que sus padres hayan sido víctimas de acoso escolar o bien acosadores.
El problema si no se resuelve se replicará en la adolescencia y en la vida adulta.
Hay que enseñar a los niños defenderse de los otros y no se trata de la defensa física: la idea es hacerlo emocionalmente y esto sólo se logra al tener una alta autoestima.
La especialista subrayó que el problema del bullying debe solucionarse, en primer término, en familia y en conjunto con el colegio de los niños. Si persiste y se vuelve insostenible lo mejor será acudir con algún especialista. En este sentido, CEEPI dispone de terapias y cursos tanto para los niños acosados, como para los acosadores, padres de familia y para los colegios (primaria, secundaria y preparatoria) con técnicas de intervención
Redacción MD