El Universal
Cuando en México se hace la pregunta sobre la naturaleza de un negocio, casi nadie puede darse el lujo de responder "soy dueño de un banco". Pero Teodoro y Michael Myslabodski (padre e hijo) son banqueros, aunque de un concepto nuevo en el mundo y de reciente arribo a este país.
Se trata del Banco de Cordón Umbilical, una empresa que se dedica a cuidar los depósitos de células madre, los cuales son hechos por los padres de los recién nacidos. El banco cuenta con 4 mil clientes en México, de los cuales 120 ya usaron las células.
A partir de 1988 se investigó en el mundo la particularidad del cordón umbilical y se descubrió que se trataba de células madre con propiedades de alta calidad y en enormes cantidades.
El gran descubrimiento es que pueden ser compatibles con el corazón, el hígado, casi cualquier órgano e incluso con padres, hijos y hermanos del donador, destaca Michael Myslabodski.
En 2001 los Myslabodski entraron a este negocio, primero enviando células madre a un laboratorio en Estados Unidos. Sin embargo, la distancia, los trámites y los costos elevados les provocaron la idea de trabajar por su cuenta y en 2002 abren el banco.
Las cuentas valen 600 dólares más IVA y a los depositantes se les da un kit donde se hace la recolección del cordón umbilical y se traslada a los laboratorios donde se almacena. Por tenerlos guardados cobran cada año 75 dólares más IVA, aunque hay paquetes a 5, 10 y 20 años, lo que significa tener descuentos.
Cuando la gente oye de criopreservación (método de almacenar las células madre) se imagina miles de dólares, pero no es así. Además la Procuraduría Federal del Consumidor vigila que una vez contratado el servicio no se eleve el costo más allá del alza en la inflación, comentó Myslabodski.
Modelo de franquicia
Una vez que el negocio comenzó a crecer, los banqueros se vieron en la necesidad de crear un concepto de franquicia, el cual ya opera en Monterrey, Tampico, Ciudad Madero, Altamira, Los Mochis, La Paz, Los Cabos, Villahermosa, Mérida, León y Distrito Federal.
Sin embargo, su aventura no termina ahí y quieren llevar el negocio a las 50 principales ciudades del país, para hacer accesible este servicio a un mayor número de mexicanos.
La cuota inicial de esta franquicia es de 100 mil pesos, más IVA y el permisionario tendrá que invertir otros 100 mil pesos para echar a andar el negocio (oficinas y mobiliario). Está calculado que la recuperación de la inversión será en 25 meses.