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Estudio muestra ventajas de cirugía para incontinencia urinaria por esfuerzo

Jul 22, 2019

Ciudad de México. Una de las operaciones que con mayor frecuencia se hace para tratar la incontinencia urinaria por esfuerzo en las mujeres podría tener resultados a largo plazo aún mejores que otra técnica quirúrgica común, revela un estudio dirigido por investigadores de Mayo Clinic.

El estudio retrospectivo de más de mil 800 casos de Mayo Clinic entre el 2002 y el 2012 descubrió que la necesidad de llevar a cabo otra intervención después de la operación con cabestrillo transobturador era el doble que con el procedimiento de cabestrillo retropúbico. La tasa de reintervención dentro de los primeros ochos años desde la cirugía fue del 11.2 por ciento en las pacientes del grupo transobturador, frente al 5.2 por ciento en el grupo retropúbico, muestra el estudio que se publicará en agosto en la revista de Obstetricia y Ginecología.

La tasa de fracaso con el procedimiento del transobturador fue aún mayor entre quienes se combinó la colocación del cabestrillo con la reparación de un prolapso vaginal, comenta Emanuel Trabuco, uroginecólogo de Mayo Clinic.

“Estos resultados plantean que el procedimiento retropúbico ofrece mejores resultados a largo plazo que el cabestrillo transobturador”, explica Trabuco, autor principal del estudio.

La incontinencia urinaria por esfuerzo consiste en la fuga involuntaria de orina con actividades cotidianas, como hacer ejercicio, o ante un incidente simple, como toser o estornudar, y es común entre mujeres de mediana edad, cuya calidad de vida puede verse afectada. Si bien la fisioterapia o los dispositivos vaginales sirven para algunas mujeres, otras optan por la reparación quirúrgica. Las dos cirugías más comunes son el cabestrillo retropúbico, que consiste en colocar un cabestrillo de malla por debajo de la uretra y detrás del hueso púbico, y el cabestrillo obturador, que consiste en colocar un cabestrillo en un ángulo menos agudo mediante la introducción de la malla por la zona del muslo.

El estudio descubrió que ambos procedimientos son seguros y que tienen pocas complicaciones. “Dado que solo en Estados Unidos anualmente se realizan 200 000 procedimientos para tratar la incontinencia urinaria por esfuerzo, los datos del presente estudio podrán guiar de forma informada la conversación con las mujeres que consideran someterse al tratamiento quirúrgico, sobre todo cuando la paciente también necesita la reparación de un prolapso”, afirma Trabuco, cirujano especializado en prolapso vaginal e incontinencia urinaria y fecal en mujeres.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió al público dos advertencias de salud respecto al uso de las mallas vaginales para el tratamiento del prolapso del órgano pélvico, lo que según el especialista de Mayo Clinic ha provocado confusión y ansiedad respecto a su uso en los mencionados procedimientos. La prohibición no aplica a los cabestrillos mesouretrales para el tratamiento de la incontinencia urinaria.

La tasa de complicaciones sumamente baja que requirió otra operación fue del 3.2 por ciento (debido a problemas de la vejiga) y del 1.9 por ciento (debido a exposición de la malla en la vagina), lo cual debe tranquilizar a médicos y pacientes respecto a la seguridad de los cabestrillos mesouretrales, asevera el estudio.

“En la literatura médica, se ha informado poco sobre la incontinencia urinaria y fecal por la vergüenza o el estigma que conllevan. Esperamos que los resultados del presente estudio sirvan para alentar a las mujeres a hablar con sus proveedores de atención médica respecto a alternativas quirúrgicas y de otra índole para el tratamiento de estas afecciones que afectan enormemente su vida diaria”, concluye Trabuco.

Redacción MD