Los avances en la medicina, en el control de enfermedades infecciosas fatales, el uso de vacunas y nuevos antibióticos, han contribuido a incrementar las expectativas de vida. Sin embargo “vivir más años” no necesariamente se asocia a mejor “calidad de años”, tanto para las personas que padecen enfermedades crónicas como para sus cuidadores, quienes no están capacitados para atender las 24 horas a sus enfermos. Es por esta situación que, debido al agotamiento físico y mental de los propios cuidadores, terminan falleciendo antes que los pacientes hasta en el 50% de los casos.
Los padecimientos que en los últimos años han registrado un aumento dramático son las enfermedades neurodegenerativas, tales como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y el deterioro intelectual asociado a un evento vascular cerebral, entre otros. “Estos padecimientos aumentan conforme las personas alcanzan mayor edad, y se requieren entonces más cuidados y cuidadores”, precisa el Dr. Torres Cid de León, experto certificado por el Consejo Mexicano de Psiquiatría.
“Este tipo de pacientes generalmente se cuidan y atienden en casa, y son las mujeres quienes realizan estos cuidados con mayor frecuencia, entre ellas las esposas, hijas, nietas y nueras. Desde las primeras etapas de la enfermedad, se requiere la supervisión del enfermo, y conforme pasa el tiempo, la dependencia del paciente aumenta”, expone el especialista.
La persona que realiza los cuidados experimenta progresivamente un proceso de desgaste, que en algunos casos afecta su salud física y emocional. Tristeza, enojo y frustración, son emociones frecuentes que los cuidadores viven día a día. Desgaste físico, falta de reconocimiento por el resto de los familiares, problemas laborales - que incluso llevan a algunos abandonar su empleo para dedicarse a los cuidados, aumentan el riesgo de presentar un cuadro depresivo, reconoce el psiquiatra mexicano.
“La depresión que afecta a los cuidadores impactará directamente con la eficacia y calidad de los cuidados. A pesar de ser común, pocas veces se detecta y se trata la depresión del cuidador. Es por esta razón que se debe cuidar la salud de las personas que realizan esta noble e invaluable labor, la cual es ahora centro de atención y parte integral del tratamiento de los padecimientos neurodegenerativos”, concluye el experto.
Redacción MD
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Referencuias:
1) A. Losada et al. Atendiendo a las variadas problemáticas de los cuidadores familiares de personas con demencia: aportaciones de la terapia cognitivo-conductual y de la terapia de aceptación y compromiso. Clínica y Salud 1 (2015) 41-48.
2) Losada, A., Montorio, I., Izal, M. y Márquez-González, M. (2006). Estudio e intervención sobre el malestar psicológico de los cuidadores de personas con demencia. El papel delos pensamientos disfuncionales. Madrid: IMSERSO.
3) Gallagher-Thompson, D. y Coon, D. W. (2007). Evidence-based psychological treatments for distress in family caregivers of older adults. Psychology and Aging, 22, 37-5.
4) Levine C. Depression in caregivers of patients with dementia. J Gen Intern Med 2003 Dec; 18 (12): 1058-1058
5) Bhimani R. Understanding the Burden on Caregivers of People with Parkinson’s: A Scoping Review of the Literature. Rehabilitation Research and Practice Volume 2014, Article ID 718527, 8 pages http://dx.doi.org/10.1155/2014/718527.