Los síntomas se presentan después de los primeros tres o seis meses del hecho, a través de imágenes recurrentes del acontecimiento, retraimiento social, conductas repetitivas, ansiedad, depresión, agresividad e irritabilidad.
El especialista aseguró que este padecimiento se registra en el uno por ciento de la población y es más común en las mujeres.
Peñaloza Solano explicó que el tratamiento consiste en tomar terapia cognitivo conductual y, en algunos casos, con tratamiento farmacológico basado en antidepresivos.
Asimismo, se le enseña al paciente a manejar el estrés y utilizar métodos positivos de afrontamiento. Estas técnicas ayudan a las personas a atenuar los recuerdos vividos y no deseados de los eventos traumáticos.
Durante estos sucesos, dijo, se llegan a tener ideas catastróficas. Por ello es que a través de la terapia se deben identificar los pensamientos trágicos y tratar de cambiar las conductas.
Cuando la persona tiene un factor genético como trastorno de ansiedad u obsesivo compulsivo, son más propensas a desarrollar el Síndrome de Estrés Postraumático.
El psiquiatra recomendó buscar ayuda para evitar complicaciones con otros trastornos como ansiedad, fobias y depresión, pues de no ser tratados, la persona puede intentar suicidarse.
Los Servicios de Atención Psiquiátrica a través de los Centros Comunitarios de Salud Mental (CECOSAM) ofrecen a estos enfermos tratamiento psicológico y psiquiátrico.
Redacción MD