“La constante labor de Lilly de innovar, con base en el descubrimiento para mejorar la vida de las personas, ha permitido que hoy podamos ofrecer una solución más para el tratamiento del TDAH, lo que refleja nuestro interés de brindar alternativas que ayuden a los pacientes a tener mejor calidad de vida”, apuntó Carlos Baños, vicepresidente para México, Latinoamérica y El Caribe de Eli Lilly.
“Muchos niños diagnosticados con TDAH, enfrentan los inconvenientes de una medicación diaria, incluso la dificultad de deglución de cápsulas o tabletas, lo que genera en ocasiones una falla en el cumplimiento del tratamiento. La nueva formulación líquida del tratamiento de Lilly para TDAH, permitirá una mayor adherencia, facilidad y comodidad para la administración del mismo”, destacó el doctor Luis Méndez, gerente médico de Neurociencias de Lilly.
El TDAH y sus características
El TDAH es una alteración de inicio en la infancia en la que el paciente presenta comportamientos hiperactivos, impulsivos, distracción o inatención, los cuales no son adecuados para su edad. El TDAH es el resultado de un balance neuro-bioquímico anormal, lo que significa que se trata de un problema biológico y no psicológico o emocional.
Para diagnosticar el TDAH, los problemas de inatención, hiperactividad o impulsividad deben interferir con el funcionamiento del paciente en al menos dos ambientes (casa, escuela, trabajo o situaciones sociales).
“Se estima que el TDAH afecta al 5% de la población pediátrica en México. En otras palabras, al menos un niño en cada salón escolar podría presentar TDAH, lo que significaría que en nuestro país exista alrededor de un millón y medio de casos con esta condición”, aclaró el doctor Luis Méndez.
Aproximadamente, 60% de los niños con TDAH tienen síntomas que persisten hasta la edad adulta. Esto quiere decir que alrededor de 4% de los adultos podrían tener TDAH. Sin embargo, como se trata de un trastorno del comportamiento que no tiene un marcador biológico específico para su diagnóstico, las estimaciones de su frecuencia pueden estar afectadas por diversos factores.
“Las personas con historia de TDAH no tratado, al llegar a la adolescencia o adultez, más fácilmente pueden desarrollar problemas por el consumo de substancias o alcohol y presentar más dificultades laborales, económicas, familiares o conyugales, y en general, en su nivel de funcionalidad de la vida cotidiana; por ello la importancia de su identificación temprana y su tratamiento oportuno”, añadió el doctor Luis Méndez Cárdenas.
Por lo anterior, además de llevar a cabo el tratamiento farmacológico indicado por el médico, y comprender aún más al TDAH, existe la posibilidad de efectuar un tratamiento combinado en el que se contemplen intervenciones psicoeducativas que ayuden tanto al paciente como a los padres a tener un mejor control de la condición, un ambiente más organizado y de mayor atención para el niño.[1]
Las intervenciones de tipo psicológico también tienen la función de ayudar a los padres a manejar la conducta de su hijo, mejorar su autoestima, sus técnicas de estudio[2], entre otras acciones. Llevar a la práctica esta forma de terapia, podría mejorar la interrelación del niño con la familia[3].
Redacción MD
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Referencias:
[1] Ives, Eddy L., Intervenciones no farmacológicas en el entorno familiar de niños con trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad en http://sid.usal.es/idocs/F8/ART13748/intervenciones_no_farmacologicas_entorno_familiar_TDAH.pdf pág. 57
[2] Op. cit. pág. 58
[3] Op. cit. pág. 66