Pedro Trinidad Ramos, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, indicó que esta situación se debe a diversos factores: no todos los pacientes son compatibles con el órgano donado, se requieren más unidades médicas de alta especialidad que realicen este procedimiento, y que se incremente el número de donaciones.
En el marco del Día Mundial del Riñón, que se conmemora este 11 de marzo, señaló que el 95 por ciento de los riñones trasplantados funciona de manera adecuada en el paciente, y la sobrevida del órgano rebasa los cinco años, lo que se considera un éxito.
Los pacientes con insuficiencia crónica renal (IRC) –última etapa de la enfermedad– son los principales receptores, y su prevalencia es de alrededor de mil enfermos por millón de habitantes (120 mil), subrayó el también médico del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Enfermedad renal crónica
El riñón es un órgano con forma de frijol, del tamaño de un puño; son máquinas de procesamiento que a través del filtrado mantienen la sangre limpia y químicamente equilibrada. En condiciones normales, filtra 120 mililitros de plasma (un componente de la sangre) por minuto.
Pero cuando ocurre la enfermedad crónica renal (ERC) se presentan alteraciones anatómico-funcionales; entonces en la orina podría registrar presencia proteínas y glóbulos rojo en una cantidad superior a la normal, con una tasa de filtración glomerular baja. Si estas alteraciones permanecen por tres meses el padecimiento se vuelve irreversible y sólo queda controlar ciertos factores para que la progresión no sea tan rápida.
“El ocho por ciento de la población mexicana se encuentra en una de las cinco etapas de la ERC, pero se desconoce con certeza, pues no hay un registro nacional de pacientes en última etapa de la enfermedad, la cual representa una fuerte carga financiera para las instituciones de salud”, consideró Trinidad Ramos.
La primera causa de ERC es la diabetes mellitus, pero sólo el 30 por ciento de diabéticos la presentan. Además, la primera causa de muerte de pacientes con ERC son las enfermedades cardiovasculares.
La única forma de responder a esta afección es evitar las causas que la provocan, por ello se deben toman medidas preventivas contra la diabetes, obesidad, sobrepeso, hipertensión y tabaquismo, así como llevar un régimen alimenticio en el que se equilibren las proteínas, el colesterol y el ácido úrico, concluyó.
Redacción MD / Fuente UNAM