Ciudad de México. En el mundo existen una infinidad de factores químicos y medioambientales que pueden llegar afectar la salud de las personas, entre ellos se encuentran las llamadas las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), son sustancias químicas muy utilizadas y de larga duración, cuyos componentes se descomponen lentamente con el tiempo.
A continuación te dejamos la entrevista que MD realizó al Dr. Jesse Goodrich. Profesor Adjunto de la División de Salud Ambiental de la Facultad de Medicina Keck, de la University of Southern California, y director de la investigación, quien nos comenta sobre el estudio realizado sobre las PFAS.
Exposición a sustancias perfluoroalquiladas y homeostasis de la glucosa en la juventud
MD. ¿Cuántas personas participaron en el estudio (sexo y edad)?
Goodrich. Este estudio fue único, porque utilizamos dos grupos diferentes de adolescentes y adultos jóvenes para comprender mejor cómo la exposición a las Sustancias Perfluoroalquiladas (PFAS) influye en el metabolismo de la glucosa.
En primer lugar, analizamos estas asociaciones en la cohorte del Estudio de Adolescentes Latinos en Riesgo de Diabetes Tipo 2 (SOLAR). El estudio SOLAR fue un estudio prospectivo de 328 niños con obesidad que fueron reclutados en dos oleadas entre 2001 y 2012. Después de eliminar a 14 niños que no tenían suficiente sangre de la visita de referencia para medir las concentraciones de PFAS y eliminar a dos participantes con problemas de medición de PFAS, nuestro estudio incluyó a 310 niños.
En la línea de base, los niños tenían entre 8 y 13 años, con sobrepeso u obesidad basada en un índice de masa corporal (IMC) superior al percentil 85 específico para la edad y el sexo, no tenían diabetes tipo 1 o tipo 2, no tenían antecedentes familiares directos de diabetes tipo 2 y no tomaban ningún medicamento que se sabe que influye en el metabolismo de la insulina/glucosa. Esta cohorte sólo incluyó a niños de etnia hispana/latina, que se definió cuando los cuatro abuelos declararon ser hispanos o latinos.
En segundo lugar, para ayudar a validar nuestros hallazgos, examinamos otro grupo de adultos jóvenes del Estudio de Salud Infantil del Sur de California (CHS).
Este estudio incluyó a 135 adultos jóvenes de entre 18 y 23 años. Estos adultos jóvenes tenían características similares a las del estudio SOLAR, en el sentido de que tenían antecedentes de sobrepeso u obesidad en el 9º o 10º curso (14-15 años) según los mismos criterios de IMC. Estos participantes tampoco padecían diabetes de tipo 1 o 2 ni tomaban medicamentos que influyeran en el metabolismo de la glucosa. En este estudio, el 57% de los participantes se autoidentificaron como hispanos o latinos.
MD. ¿Dónde y cuándo se realizó el estudio?
Goodrich. El estudio SOLAR se llevó a cabo entre 2001 y 2012 en el Centro de Investigación Clínica General de la Universidad del Sur de California. Los participantes vivían en la región del sur de California, y la mayoría residía en la ciudad de Los Ángeles. La mayoría de los niños del estudio SOLAR volvieron a múltiples visitas clínicas para que pudiéramos explorar cómo cambiaba el metabolismo de la glucosa con el tiempo. La mediana de la duración del seguimiento fue de 2,2 años.
La cohorte CHS se llevó a cabo de 2018 a 2021, y el estudio también tuvo lugar en el Centro General de Investigación Clínica de la Universidad del Sur de California. Estos participantes también vivían en la región del sur de California. Los participantes del estudio CHS participaron en una única visita clínica.
MD. ¿Cómo afectan los PFAS a la sociedad mexicana?
Goodrich. La exposición a los PFAS es un problema mundial. Dado que los PFAS se utilizan en tantos productos e industrias diferentes, es muy difícil prevenir la exposición. La sociedad mexicana puede verse especialmente afectada porque las tasas de obesidad son muy elevadas. Algunos estudios previos han sugerido que las personas con sobrepeso u obesidad pueden ser más susceptibles a los efectos metabólicos negativos para la salud de la exposición a PFAS, incluyendo un mayor riesgo de diabetes. Dado que México tiene una de las tasas más altas de sobrepeso y obesidad en el mundo, es importante reducir la exposición a PFAS para ayudar a reducir la carga general de diabetes, una de las principales causas de muerte en México.
MD. Por favor, aclare en qué productos podemos encontrarlos.
Goodrich. Los PFAS se encuentran en muchos productos domésticos. Por ejemplo, los PFAS se encuentran en sartenes antiadherentes, ropa impermeable, envases de alimentos e incluso en algunos maquillajes. También se utilizan en muchos procesos industriales y pueden filtrarse fácilmente a las aguas subterráneas. Por ello, una de las principales vías de exposición es el agua potable. Esto es especialmente preocupante en zonas cercanas a aeropuertos o bases militares, que a menudo utilizan espumas contra incendios que contienen PFAS.
Los PFAS también se utilizan para ayudar a fabricar diferentes productos. Un ejemplo de ello es la producción de papel, que utiliza una cantidad sustancial de PFAS en el proceso de producción. Otro ejemplo es que las instalaciones de cromado utilizan PFAS para ayudar a suprimir los humos de cromo.
Dado que los PFAS se encuentran en tantos productos diferentes, es difícil evitar por completo la exposición humana. Por lo tanto, en interés de la salud pública, es importante asegurarse de que existan normas para reducir el uso de PFAS en estos productos industriales o de consumo comunes.
MD. ¿Existe alguna propuesta legislativa a nivel mundial para evitar el uso de este tipo de productos?
Goodrich. En general, no existe ninguna normativa mundial sobre PFAS. Aunque algunos de los PFAS más comunes están prohibidos o fuertemente restringidos en determinados países, hay más de 10.000 PFAS conocidos. Como algunos PFAS más antiguos han sido prohibidos en algunos países, se han desarrollado nuevos PFAS sustitutos para ocupar su lugar, muchos de los cuales tienen efectos metabólicos perjudiciales para la salud similares. Actualmente estamos trabajando en estudios para examinar los verdaderos efectos sobre la salud de estos PFAS más nuevos. En última instancia, creemos que regular los PFAS como clase es una de las formas más importantes de proteger la salud pública.
Finalizó el experto.