El protocolo de búsqueda se mantiene en siete casos confirmados por las autoridades de salud en el país, en tanto que, tomado por sorpresa, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera recibió la instrucción presidencial de convocar a conferencia de prensa para fijar postura ante la evolución de los mercados internacionales y la economía global de cara a la epidemia.
En la Casa de Moneda, donde anunciaría la emisión de una moneda conmemorativa a Leona Vicario, explicó que la economía se ve afectada por la coincidencia de una desaceleración global, que inicia en 2019, cuando el conjunto de economías que representan el 90 por ciento del PIB mundial tuvo un crecimiento menor que en 2018.
A esto se acompaña que la epidemia del coronavirus impactó el desempeño de la economìa en el mundo, particularmente al interrumpir cadenas globales de valor, pues a diferencia de lo que ocurría hace varias décadas, ahora los bienes no son producidos en su totalidad en un solo país, con lo que la actividad económica ligada a la oferta global quedó temporalmente disminuida.
Otro de los efectos de las epidemias, y es muy claro en el caso de China y ahora en Europa, es que para su contención los gobiernos limitan el movimiento de la población, incluida la suspensión de actividades escolares, comerciales, de entretenimiento y eso tiene un impacto indiscutible en la actividad económica.
La caída del precio del petróleo, indicó el titular de Hacienda, también está ligado pues disminuyó la demanda para actividades industriales o para combustibles y hubo diferencias entre Rusia y Arabia Saudita para controlar el mercado lo que llevó al país árabe a aumentar la producción como medida disciplinaria que tuvo como efecto el abatimiento de los precios.
La mezcla mexicana cayó de más de 30 dólares por barril en los que cotizaba a 26 dólares. Y aunque entraron en auxilio las coberturas de resguardo contratadas con anterioridad habrá que recordar que en el paquete económico 2020 se estimó un precio de 40 dólares.
Acciones en el sector salud
El responsable del gasto y la planeación en el país fue claro al puntualizar las acciones económicas ante el coronavirus.
Lo primero, que el presupuesto para el sector salud fluya sin ninguna traba independientemente que sea o no para la contención de la epidemia. “El IMSS, el ISSSTE el Insabi pueden gastar de manera automática”.
Además “nos reunimos con los distintos actores del sector salud para determinar las compras, consolidadas y centralizadas en la SHCP para empezar a hacerlas desde ahora, la mayor parte están asociadas a materiales como gorros, máscaras, guantes, lentes y batas para médicos, enfermeras y camilleros”.
Lecciones aprendidas de la epidemia de 2009
Tres bloques de cuatro preguntas cada uno, que se desarrollaron en poco más de una hora, dejaron cierta sensación de insatisfacción informativa, sin embargo sobre el sector salud el secretario Herrera Gutiérrez mencionó que hay una serie de lecciones a observar de la crisis de 2009 con el H1N1, donde se tuvo una desaceleración ligada a crisis financiera en el mercado global y en casa la epidemia.
Aprendimos, continuó, que los efectos económicos se dan acordes a las medidas sanitarias tomadas para el control de la epidemia por lo que es muy importante el liderazgo informativo asumido por la Secretaría de Salud federal. Son predecibles impactos en la actividad educativa ante el cierre de centros escolares y disminuciones en la actividad comercial y turística.
Es muy importante que la Secretaría de Salud informe todos los días de manera transparente y clara, como lo ha venido haciendo, acerca de los escenarios esperados y que puntualice que estamos en el inicio, con sólo casos importados y por tanto que no hay necesidad de suspender clases ni cerrar centros de trabajo.
Por parte de la autoridad hacendaria, aseguró, se han empezado a correr modelos económicos para identificar los sectores que se verán afectados en cada escenario para desplegar medidas de corrección o paliativas, “pero por ahora no es el momento de comentarlas”. Otra lección, abundó, es que ante fenómenos de esta magnitud “no puedes esperar a que sucedan para pensar cómo vas a reaccionar”.